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Tregua de Putin: Un antiguo truco en Ucrania revelado

La tregua de 30 horas que Vladimir Putin ofreció durante la Pascua Ortodoxa ha despertado un ambiente de escepticismo entre las tropas ucranianas. En el frente de Limán, el silencio momentáneo no se traduce en paz, sino en una mezcla de incertidumbre y desconfianza. A pesar del anuncio de un alto el fuego temporal, los soldados ucranianos continúan aferrándose a la creencia de que la normalidad no será más que una fachada, en un escenario donde la guerra ha marcado sus vidas de forma definitiva. Un comandante ucraniano expresó que han sido testigos de situaciones similares en el pasado, donde el Kremlin utiliza los anuncios de tregua como un truco para desestabilizar aún más a Ucrania, dejando a sus soldados con la inquietante sensación de que la calma es solo un preámbulo a la reanudación de hostilidades.

Oleksandr Shyrshyn, comandante de la 47 brigada ucraniana, dejó en claro que la historia reciente ha enseñado a los soldados a no confiar en las intenciones rusas, especialmente cuando éstas vienen acompañadas de movimientos estratégicos como este. La realidad en el campo de batalla no ha cambiado, y aunque el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se muestra dispuesto a dialogar, lo hace con una clara advertencia: cualquier ataque ruso recibirá una respuesta adecuada. Esta postura de firmeza refleja la necesidad de mantener la determinación ante lo que muchos consideran un engaño por parte de Moscú, que busca manipular la narrativa internacional a su favor, especialmente en una época en que Donald Trump, un aliado ambiguo de Putin, expresa su interés en mediar en la situación.

El trasfondo de la tregua parece estar entrelazado con las intenciones políticas de Donald Trump y su frustración con el desenlace prolongado del conflicto. En un momento en que las tensiones entre Rusia y Ucrania son palpables, Trump ha insinuado que la falta de un acuerdo duradero podría hacer que ambos países sean percibidos negativamente en el escenario internacional. Esta declaración se suma a la percepción de que Putin intenta utilizar la tregua como una táctica para aplacar la crítica estadounidense y dispersar las sospechas sobre sus acciones. Mykola Bielieskov, analista en Kiev, argumenta que el objetivo de Rusia es sembrar discordia entre Ucrania y Estados Unidos, haciendo que Trump y otros en la esfera política crean que hay un margen de diálogo, mientras continúan las agresiones en el campo.

En Limán, la vida sigue marcada por la sombra de la guerra. Las ciudades se han convertido en fantasmas, donde el eco de los disparos y las alarmas suena como un recordatorio constante del estado de ilegalidad que reina. A medida que los ucranianos celebran la Pascua en medio de este caos, la presencia de un capellán militar refleja no solo la necesidad de esperanza, sino también la vulnerabilidad de aquellos que todavía luchan por su país. Sin embargo, en un entorno donde la confianza es un bien escaso, el clamor por la victoria y la reafirmación del compromiso con la lucha son más necesarios que nunca. Los soldados, aunque en espera, tienen claro que la tregua puede ser solo un descanso temporal antes de que la tormenta retome su curso.

Finalmente, la declaración de Putin y su alto el fuego debe ser analizada con cautela. La falta de confianza en la sinceridad del Kremlin es palpable, y aunque los ataques han cesado temporalmente, la presión continúa. Según Dmyitry Peskov, portavoz del Kremlin, la tregua no tiene compromisos a largo plazo, lo que indica una posible reanudación de hostilidades a corto plazo. Los ucranianos perciben esta situación como un juego de poder más que como un intento genuino de resolver el conflicto, profundizando así la división que existe entre ambos países. La dinámica de guerra y tregua, ciclos repetitivos del conflicto en el que se encuentran atrapados, continúan plenas de incertidumbre, y el futuro de la paz en la región parece seguir en un hilo muy fino.

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