La reciente viralización de un video donde dos estudiantes de la Universidad Católica mantienen relaciones sexuales en el campus San Joaquín ha desatado una ola de críticas y condenas. Según el informe del Diario La Cuarta, las imágenes fueron grabadas por otros alumnos y rápidamente se difundieron a través de redes sociales, lo que ha llevado a la comunidad estudiantil a manifestar su opinión sobre el incidente. Muchos consideran que esta conducta es inapropiada para un entorno académico y que representa una falta de respeto hacia los demás estudiantes.
En respuesta a la controversia, el centro de estudiantes de la carrera de College de la PUC emitió un comunicado oficial expresando su desaprobación del acto. En su declaración, publicada por el portal The Clinic, afirmaron que «condenamos tajantemente cualquier actitud incívica dentro de nuestra comunidad universitaria». Este tipo de situaciones, según los representantes, no solo afectan la convivencia, sino que también ponen en riesgo la integridad y el respeto dentro de los espacios académicos.
El centro de estudiantes ha decidido tomar medidas contundentes frente a este incidente. En primer lugar, han remitido todos los antecedentes del caso a la Unidad Académica correspondiente para que se tomen las acciones adecuadas. Esta remisión busca asegurar que el hecho no quede impune y que se respete la normativa interna de la universidad, que promueve un ambiente de estudio seguro y respetuoso para todos.
Además de la remisión de antecedentes, el centro de estudiantes ha instruido una denuncia formal a la Secretaría General de la universidad. Este paso es fundamental para demostrar que como representantes de sus pares están comprometidos con la defensa de un ambiente académico adecuado, y que no tolerarán conductas que contradigan esos principios. La importancia de actuar con «altura de miras» ha sido enfatizada en su comunicado, destacando la responsabilidad que tienen al abordar estos temas.
Finalmente, el centro de estudiantes ha hecho hincapié en que situaciones como la ocurrida no pueden ser toleradas en el ámbito universitario. A través de un pronunciamiento claro y firme, han dejado en claro que la Universidad Católica debe ser un lugar donde se respete la dignidad y los derechos de todos los estudiantes, y que cada miembro de la comunidad merece sentirse seguro y respetado dentro del campus. La respuesta ante este tipo de incidentes será clave para mantener la integridad de la institución.
