En los últimos años, la música ha tomado un papel fundamental como vía de expresión y reflexión sobre la vida y sus complejidades. Un destacado ejemplo de esto es el nuevo álbum de Quinal, titulado «Mi casita de arena», que se presenta como una poderosa colección de canciones sobre la resiliencia y el renacimiento personal. Este disco no solo invita a los oyentes a reencantarse con la vida, sino que también les ofrece un espacio para la introspección, recordando la fragilidad de lo que construimos y la fuerza que se puede encontrar al resurgir. A través de melodías cálidas y una producción minimalista, Quinal logra transmitir un mensaje de esperanza y transformación.
El título del álbum, «Mi casita de arena», evoca la vulnerabilidad de lo efímero y querido en nuestras vidas. Como una metáfora de los sueños y aspiraciones que, a menudo, se ven arrastrados por las corrientes de la vida, este trabajo musical se convierte en un homenaje a la reconstrucción y la autoaceptación. A lo largo de las canciones, Quinal comparte momentos de aprendizaje y crecimiento personal, enfatizando la necesidad de cuidar de uno mismo y de presentarse ante la vida con una nueva perspectiva. Su enfoque hacia la música es reflexivo y consciente, características que resuenan con la tendencia de muchos artistas contemporáneos que buscan autenticidad y honestidad en sus letras.
Uno de los aspectos más fascinantes de «Mi casita de arena» es la reveladora conexión que Quinal establece con el mar. Aunque inicialmente no era un amante de la playa, una experiencia transformadora en un viaje lo llevó a redescubrir su belleza y serenidad. Este vínculo no solo se refleja en la lírica de las canciones, sino también en la estética del álbum, donde las fotografías tomadas a la orilla del océano representan un nuevo comienzo y una fuente de inspiración constante. En un momento de su vida que se tornó crucial para su evolución artística, el mar se convierte en un símbolo de calma y reencuentro consigo mismo, hallando un escenario perfecto para la serenidad y la introspección.
Las canciones de Quinal flotan entre la intimidad y la luminosidad, creando un ambiente sonoro que invita a los oyentes a detenerse y reflexionar sobre sus propios caminos. La producción del álbum, marcada por el estilo cálido y melódico típico de artistas como Camilo Séptimo y León Larregui, ofrece un balance perfecto entre la sencillez musical y la profundidad emocional. Quinal asegura que cada tema es un reflejo de su situación actual y de su búsqueda de plenitud, afirmando: “Al escuchar lo que grabé, sigo aprendiendo de mis propias palabras”. Este enfoque consciente se convierte en un hilo conductor que anima a cada oyente a formar parte de la conversación íntima que propone el álbum.
Con «Mi casita de arena» completamente terminado, Quinal se prepara para su lanzamiento en vivo, un evento esperado que promete ser un espacio de conexión auténtica con sus seguidores. La fecha y el lugar de esta presentación aún están por confirmar, pero la expectativa crece a medida que se avanza hacia este nuevo capítulo. Con el espíritu en calma y el viaje interior ya realizado, el álbum se perfila como una propuesta musical que no solo sirve como refugio, sino también como guía hacia la paz y el reencantamiento con la vida. Los oyentes estarán ávidos por sumergirse en esta travesía emocional y disfrutar de un mensaje que resuena con muchas de las experiencias vividas en los tiempos actuales.




