El pasado sábado 22 de noviembre, el Festival del Sol hizo su triunfal regreso en el Estadio Municipal de Villa Olímpica de Quilpué, marcando la primera edición del certamen tras 48 años de su última realización. Este esperado retorno se vivió con fervor, reuniendo a más de 15 mil asistentes, quienes disfrutaron de una programación renovada enfocada en la música y la cultura familiar. La jornada estuvo llena de energía y emoción, alcanzando un pico de 9 mil personas al mismo tiempo, consolidando al festival como uno de los hitos culturales más importantes del año en la región.
La iniciativa para revivir el Festival del Sol nació de una charla entre el reconocido cantautor Fernando Ubiergo y la nueva alcaldesa de Quilpué, Carolina Corti, el pasado año durante una presentación musical. Este intercambio, donde Ubiergo recordó la importancia de las ediciones de 1976 y 1977 en la historia cultural de la región, se convirtió en la chispa que encendió el ánimo de resucitar una de las tradiciones musicales más entrañables de Quilpué. La frase «Esto no puede terminar, esto hay que reactivarlo» resonó como un compromiso de reactivación cultural que finalmente se concretó en este festival.
El regreso del Festival del Sol se vio enmarcado por la emblemática participación de Fernando Ubiergo, quien actuó junto a la Orquesta Municipal de Quilpué, trayendo de vuelta el formato orquestado que caracterizaba las antiguas ediciones. Este encuentro musical no solo evocó memorias del pasado, sino que también reafirmó la relevancia actual del festival como un espacio para la creación musical en la región. El evento se transformó en un punto de encuentro intergeneracional, donde tanto jóvenes como adultos pudieron disfrutar de una variada oferta artística.
La jornada del festival no solo ofreció música, sino que también un atractivo patio de comidas, un mercado cultural y zonas familiares, lo que contribuyó a la masiva participación del público. La seguridad y limpieza del recinto fueron aspectos destacados por los asistentes, quienes elogiaron la calidad de la programación que incluyó a artistas como Sinergia Kids y DrefQuila. Este enfoque en la comunidad y entretenimiento familiar consolidó el Festival del Sol como un evento integral para todos, reafirmando su papel como promotor de la cultura local.
Por primera vez, el festival también incluyó un componente formativo a través de dos Masterclass, diseñadas para jóvenes artistas de la región. La primera, impartida por DrefQuila, abordó temas de creación y disciplina artística ante un público entusiasta. La segunda, dirigida por Tulio Bagnara, se centró en la producción musical y la gestión de carrera, brindando valiosas herramientas a los aspirantes a músicos. Este enfoque educativo no solo amplía la propuesta del Festival del Sol, sino que también asegura la proyección de nuevas generaciones en el vibrante panorama musical chileno.
