Erik Pio Leiva

Erik Leiva, empresario inmobiliario: “Me gusta mucho emprender. No me veo haciendo otra cosa”

¿Existirá algún perfil psicológico de los emprendedores? Si es así, seguro que considera tres características: Perseverancia, creatividad y un entusiasmo desmedido por impulsar proyectos nuevos. En definitiva, hay que ser un/a busquilla.

Basta conocer al empresario inmobiliario Erick Leiva para darse cuenta que es de ese grupo y posee grandes dosis de las tres características.

Proveniente de una tradicional familia de comerciantes santiaguinos, dice que nunca le ha costado convencer a un cliente o venderle un producto.

“Quizás está mal que yo lo diga y viene de muy cerca la recomendación, pero soy un muy buen vendedor. Cuando me dedicaba al negocio de los computadores me di cuenta de eso. Siempre termino vendiendo lo que quiero vender” destaca con seguridad.

El empresario, cuenta que partió muy chiquitito en el mercado de los negocios, ya que acompañaba a su papá a los remates. “Fui a mi primer remate a los 7 años y desde ese momento no paré más”.

Comenta que a pesar de su corta edad en esa época ya tenía una personalidad desbordante y andaba pensando en cómo vender cualquier cosa a la que le veía potencial.

“En los remates salen tantas cosas… Desde una llave de agua, hasta un computador o un celular, y a todo tienes que encontrarle comprador”, subraya.

Por lo mismo, se considera un experto en temas de negocios y emprendimiento. “Me gusta mucho emprender. No me veo haciendo otra cosa”, dice.

El mercado inmobiliario

Erick Leiva es emprendedor desde muy joven. Se dedicó a los remates toda su infancia, adolescencia y parte de su juventud, entre los 7 y los 23 años. Durante ese tiempo, trabajó arduamente y juntó el capital necesario para entrar al negocio inmobiliario y conseguir buenos resultados.

“Empecé a comprar terrenos baratos y luego venderlos con un buen margen de ganancia y me fue bien. Descubrí que era un negocio muy rentable”, comenta.

De esa forma conoció a otro empresario e iniciaron una sólida amistad que dura hasta el día de hoy.

“A Enzo le compré 15 parcelas en Curacaví y curiosamente, él estaba presente cuando las vendí por un valor bastante mayor de lo que se las había comprado y se sorprendió tanto que me dijo un par de chilenismos”─ ríe.

Además, explicó que actualmente dedica todo su tiempo y energía a impulsar distintos proyectos inmobiliarios, tanto en Santiago, como en varias ciudades del sur del Chile, entre las que se cuentan Chillán, Linares y Puerto Varas.

Es en esta última ciudad donde pronto abrirá un hotel de 10 habitaciones, vinculado al turismo de experiencia, con el que se declara muy entusiasmado.

“Yo creo que este año terminamos ese proyecto. Son 250 hectáreas donde construimos algo pensando en que los turistas pasen un buen rato y se lleven un recuerdo imborrable del sur de nuestro país. Encuentro que es un bonito sueño”, comenta.

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