El alcalde de Moscú, Sergéi Sobianin, anunció el cierre temporal de cuatro aeropuertos en la capital rusa después de que las defensas aéreas abordaran una serie de ataques con drones ucranianos. Este incidente sucedió en un contexto de creciente tensión entre Rusia y Ucrania, donde la defensa aérea rusa logró derribar unos 20 drones que se dirigían hacia Moscú. La suspensión de operaciones en los aeropuertos Sheremetyevo, Domodedovo, Vnukovo y Zhukovsky se implementó como medida de seguridad, según informó la Agencia Federal de Transporte Aéreo (Rosaviatsiya). Además, se reportó el cierre de un quinto aeropuerto en Kaluga, lo que refleja la seriedad de la amenaza percibida.
En una declaración oficial, Rosaviatsiya explicó que la restricción temporal de vuelos era parte de un protocolo de seguridad para proteger a los aviones civiles en el espacio aéreo de Moscú. A pesar del cierre, la agencia no especificó las causas exactas por las cuales se determinaron tales medidas, aunque la importancia del evento que se avecina, una parada militar en conmemoración del 80º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, podría haber influido en la toma de decisiones. Tras la rápida respuesta de las autoridades, todos los aeropuertos fueron reabiertos, señalando un retorno a la normalidad en el transporte aéreo de la región.
Durante la noche anterior al cierre de los aeropuertos, se reportó que las defensas aéreas rusas lograron interceptar un total de 105 drones que sobrevolaban distintas partes del país. De esos, 19 fueron derribados en las cercanías de Moscú, revelando la tensión que se vive en la zona. La llegada de una veintena de líderes extranjeros para la parada militar añade un elemento de presión adicional, generando preocupación en cuanto a la seguridad pública y la integridad de los eventos programados.
El alcalde Sobianin resaltó que, hasta el momento, no han habido víctimas ni daños significativos como consecuencia de estos ataques con drones. Inicialmente, relató que la defensa aérea había repeler un primer ataque que envolvía cinco drones, con restos de uno de ellos cayendo en una carretera. A medida que los informes se actualizaban, la cifra de drones derribados ascendió, confirmándose la destrucción de diez más en diferentes direcciones, lo que muestra un esfuerzo significativo por parte de las autoridades militares rusas para salvaguardar la capital.
En su canal de Telegram, Sobianin informó sobre los avances de las operaciones de emergencia en los lugares donde cayeron los escombros de los drones, y aseguró que los servicios de emergencia estaban actuando de manera efectiva. La situación en Moscú refleja un escenario de tensión en el que las medidas de seguridad se están intensificando en un momento crítico para la nación rusa. El inminente evento militar y el desafío presentado por los drones ucranianos ponen de manifiesto el delicado equilibrio entre llevar a cabo celebraciones nacionales y garantizar la seguridad de la ciudadanía.